Muchos aseguran que la vida del emprendedor es una constante crisis ya que los problemas son cotidianos y deben enfrentarse a dificultades de mayor o menor envergadura, en forma constante. En un contexto de crisis social como la que estamos experimentando, la reflexión desde la vereda del emprendedor revela diferentes escenarios:

  1. Emprendedores apoyan emprendedores

El indignante saqueo y violencia delictual que han sufrido emprendedores y emprendedoras del ecosistema local, obliga a reflexionar sobre el rol de ayuda y contención necesaria para enfrentar momentos de crisis en forma colectiva. No estamos lejos de pensar en un ecosistema convertido en una red de apoyo que aborde en forma rápida y efectiva temas relacionados a la seguridad de los espacios físicos, pero también, asumiendo un papel activo en el apoyo moral, contención y ayuda para reconstruirse y volver a empezar. En eso está la CORFO, Sercotec y ASECH que han levantado una campaña para catastrar todos aquellos negocios y comercios afectados, así como también la disponibilidad de otros emprendedores en facilitar ayuda.

  1. La emocionalidad del emprendedor

La difícil situación de nuestro país impacta en el ánimo de las personas. Ha sido difícil retomar las actividades laborales debido a la baja concentración, intranquilidad y estrés. Para sobrellevar esta alteración, se aconseja enfrentar el problema en grupo y dialogar con sus equipos de trabajo para llamar a la tranquilidad y procurar la empatía frente a reacciones más o menos intensas. Además, permitirá fortalecer los vínculos que se generan en el medio laboral. Evitar las redes sociales y medios de comunicación donde abunda información que genera más confusión, miedo e incertidumbre. Se recomienda acceder a redes sociales sólo para buscar información elemental y tratar de informarse una ves al día, sin caer en la sobreexposición de los medios de comunicación sobre la crisis.

  1. Empatizar con la crisis

Si usted se siente parte del problema, es momento de darse un espacio para pensar desde el corazón, sobre propuesta de valor y significancia de su negocio, ¿cómo impactas positivamente en la calidad de vida de las personas y de tu entorno? No tenemos la respuesta, pero sí la pregunta que nos invita a la reflexión profunda que convoca esta crisis social.

  1. La crisis, como oportunidad.

Por último, y no menos importante es entender la crisis como una oportunidad y buscar estrategias para vender y crecer en tiempos de crisis. Algo que seguro abordaremos más adelante, pero por ahora nos ocupa ayudar a las personas, ya sean emprendedores, trabajadores o consumidores. Somos un ecosistema formado por emprendimientos, pero detrás de cualquier negocio están las personas.

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